
Por qué las plataformas de comunicación impulsarán la próxima era de la inclusión financiera
La inclusión financiera ha sido definida durante mucho tiempo por una pregunta limitada: ¿cómo incorporamos a los no bancarizados al sistema financiero formal?
Hoy, ese planteo ya no es suficiente. El desafío ha evolucionado de brindar acceso a reimaginar la inclusión en sí misma. Ahora, inclusión significa permitir la participación de todos y no solo de los desatendidos.
Debemos incluir tanto a los usuarios no nativos digitales como a los jóvenes expertos en tecnología que inician sus trayectorias financieras, para que todos participen plenamente en la economía digital.
En ninguna parte este cambio es tan evidente como en Medio Oriente y el norte de África (MENA), donde la inclusión no es una aspiración futura; se está desarrollando en tiempo real.
En los últimos años, las plataformas basadas en la comunicación han evolucionado hacia ecosistemas digitales integrados, que combinan servicios financieros, soluciones de gobierno electrónico, capacidades de comercio electrónico e inteligencia artificial (IA) en una sola interfaz.
Estas plataformas son convenientes, escalables e interoperables por diseño, lo que las posiciona para convertirse en la infraestructura fundamental de la emergente economía digital de la región.
El auge de los ecosistemas financieros centrados en la comunicación
A diferencia de las instituciones financieras tradicionales o las soluciones fintech independientes que a menudo requieren que los usuarios se adapten, las plataformas basadas en la comunicación son inherentemente intuitivas.
Su base comunicacional se traduce en una experiencia de usuario sin fricciones que aprovecha el compromiso habitual en lugar de exigir un cambio de comportamiento. Aquí es donde la accesibilidad se eleva a un nuevo paradigma que no se trata simplemente de la disponibilidad del servicio, sino de la usabilidad fluida, la relevancia y la integración profunda del usuario.
Un ejemplo poderoso proviene de China, donde WeChat evolucionó de una simple aplicación de mensajería a un ecosistema financiero integral. Hoy, WeChat Pay permite transferencias entre personas, pagos de facturas, inversiones y servicios gubernamentales de manera fluida, todo integrado en una plataforma utilizada a diario por más de mil millones de personas.
Este enfoque centrado en la comunicación ha ampliado la inclusión financiera y ha redefinido cómo millones interactúan con su economía.
Un cambio similar está ocurriendo en MENA. Botim, originalmente una aplicación basada en voz sobre protocolo de internet, se ha expandido para incluir servicios financieros, reduciendo las barreras de entrada que a menudo se asocian con la banca tradicional.
Esta evolución está siendo moldeada por la tecnología y mediante asociaciones entre distintos sectores. Al integrar tareas financieras cotidianas en una interfaz familiar, Botim refleja cómo las plataformas digitales pueden impulsar una participación económica más amplia.
Capital estratégico para la innovación inclusiva
Esta transformación está siendo catalizada por la inversión estratégica. En 2024, las instituciones financieras globales reconocieron el impulso digital de la región, ejemplificado por la inversión de 500 millones de dólares de Citigroup en la plataforma de préstamos de Astra Tech, Quantix.
Esta inyección de capital subraya la creciente confianza en el potencial fintech de la región y acelera la innovación en acceso al crédito, identidad digital y educación financiera.
Es importante destacar que esta convergencia no está reemplazando las finanzas tradicionales; las está ampliando. Las fintechs ayudan a expandir el alcance de los servicios financieros regulados, a menudo trabajando en colaboración con instituciones tradicionales y organismos regulatorios.
Al hacerlo, fortalecen los sistemas financieros, profundizan la resiliencia económica y promueven el crecimiento inclusivo.
IA: de la automatización al empoderamiento
Si bien el diseño de las plataformas facilita el acceso, la IA es clave para la personalización y la escalabilidad. En MENA, donde se proyecta que los ingresos netos de las fintech crecerán un 35 % anual hasta 2028 –más del doble del promedio global–, la IA está surgiendo como un habilitador crítico de servicios financieros personalizados.
Desde modelos adaptativos de calificación crediticia hasta asistentes virtuales multilingües, la IA permite que las plataformas se adapten a los usuarios en lo lingüístico, cultural y económico.
Para los usuarios con alfabetización digital o financiera limitada, la IA puede transformar procesos complejos, como la distribución de salarios, el pago de servicios o el acceso a servicios gubernamentales, en trayectorias guiadas y sin fricciones.
Al incorporar estas capacidades dentro de plataformas familiares, especialmente aquellas basadas en la comunicación cotidiana, se minimizan las barreras y se acelera la adopción.
En mercados como el del Consejo de Cooperación del Golfo, donde la transformación digital avanza rápidamente, la IA ayuda a reducir las barreras de entrada mientras fomenta un compromiso más profundo.
Lo hace ofreciendo interacciones relevantes y contextualizadas, a menudo en tiempo real y en el idioma preferido del usuario, ya sea por texto o voz. Este énfasis en la claridad y la accesibilidad asegura que incluso los usuarios primerizos puedan participar fácilmente en la economía digital y tomar decisiones financieras informadas.
La inclusión como motor macroeconómico
Más allá de su valor social, las fintech inclusivas están demostrando ser un motor de crecimiento económico. Se proyecta que el mercado fintech de MENA crecerá de 1,66 mil millones de dólares en 2025 a 2,63 mil millones en 2030.
Según las previsiones regionales, la integración digital completa podría aumentar el producto interno bruto per cápita hasta un 46 % en las próximas tres décadas, con casi 300 mil millones de dólares de valor agregado solo en el primer año de implementación.
Esto se debe en gran medida al aumento de la penetración de móviles e internet. Según el Banco Mundial, mientras que 1,3 mil millones de adultos seguían sin acceso bancario a nivel global en 2024, los pagos digitales siguen una trayectoria ascendente pronunciada, transformando la manera en que las comunidades desatendidas ingresan al sistema financiero.
Los gobiernos de la región reconocen cada vez más el valor económico y social de la inclusión financiera digital y apoyan activamente su avance integrando los servicios públicos en entornos digitales familiares.
Este modelo de servicios integrados, donde los servicios se incorporan dentro de plataformas que las personas ya conocen y utilizan, demuestra el poder de la colaboración público-privada para acelerar la accesibilidad.
Repensar el imperativo de la inclusión
La próxima ola de inclusión financiera no consiste en construir nuevos sistemas, sino en reimaginar los existentes. Las plataformas que antes se usaban únicamente para mensajería son ahora ecosistemas multifuncionales que integran fintech, IA y servicios públicos.
Esta transformación posiciona la inclusión como el objetivo central de la inclusión digital, en lugar de un subproducto. En la era digital, la verdadera inclusión no se define por la proximidad a una sucursal bancaria, sino por la capacidad de interactuar con plataformas confiables e inteligentes que se adapten a las necesidades de las personas.
A medida que MENA sigue redefiniendo los límites de lo que las plataformas digitales pueden hacer, la región ofrece un modelo para los mercados emergentes de todo el mundo. La fintech y la IA ya no son herramientas periféricas. Son habilitadores fundamentales del crecimiento inclusivo, capaces de convertir las interacciones cotidianas en vías hacia el empoderamiento económico.
Hendi, T. (2025, 2 septiembre). Por qué las plataformas de comunicación impulsarán la próxima era de la inclusión financiera. World Economic Forum. https://es.weforum.org/stories/2025/09/por-que-las-plataformas-de-comunicacion-impulsaran-la-proxima-era-de-la-inclusion-financiera/