Usuarios impulsan adopción global de finanzas verdes digitales
Empleados en el Metaverso
El constante desarrollo de la inteligencia artificial permite ahora que los empleados se encuentren en el metaverso.
El año pasado, durante el transcurso de unos meses, Trever Stewart escaneó minuciosamente el estudio de animación de 2 mil 23 metros cuadrados de su compañía de medios para replicarlo en el metaverso. Su siguiente paso fue invitar a clientes de agencias de publicidad a reunirse en este espacio virtual para que pudieran experimentar y observar cómo se crean sus contenidos animados, desde el interior.
“El metaverso es un fracaso enorme, pero (empresas como Meta) crearon las herramientas para que podamos construir un mundo nuevo ahora mismo”, dice Stewart, productor asociado de proyectos especiales en Bent Image Lab.
Hace tres años, durante la pandemia, el fundador de Meta, Mark Zuckerberg, presentó una visión futurista en la que el personal de oficina pudiera evitar desplazamientos diarios o las llamadas de Zoom: ponerse unos cascos a diario y trabajar en oficinas virtuales inmersivas en el metaverso.
Lo que entonces era Facebook lanzó su propia aplicación gratuita, Horizon Workrooms, la cual permite a los empleados reunirse virtualmente. En los meses siguientes, estalló el interés y la experimentación. En 2022, en una encuesta de PwC se encontró que 51 por ciento de las compañías estadounidenses estaban en el proceso de integrar la realidad virtual en su estrategia o ya lo habían hecho.
Muchos de estos esfuerzos han sido un fracaso, ya que las startups que ofrecían tecnología de colaboración virtual han desaparecido y los grupos de tecnología más grandes, como Meta y su rival Microsoft, lo han recortado o reestructurado.
En febrero, Mozilla, creador del navegador Firefox, anunció que cerraría Hubs, su plataforma de trabajo virtual. En abril, la matriz de la startup finlandesa de espacios de trabajo de realidad virtual, Glue, se declaró en quiebra. Otra, Spatial, cambió su atención hacia los juegos.
Eric Shaffer, profesor de ciencias computacionales en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, argumenta que la tecnología virtual y aumentada que prometió impulsar una revolución en el lugar de trabajo se encuentra en la última parte de un “ciclo de bombo publicitario y desilusión.”
Sin embargo, algunas de las compañías que han sobrevivido en esa área, ahora empiezan a encontrar nuevas oportunidades para integrar la tecnología de realidad virtual en los espacios de trabajo sin esperar que los trabajadores usen cascos constantemente. Varios recurren a otra tecnología muy publicitada, la Inteligencia Artificial (IA),como posible salvavidas.
Meta, aunque no alcanzó sus metas con Horizon,dice que tiene “una serie de oportunidades a largo plazo para la inteligencia artificial en el metaverso con experiencias que ofrecen mayores niveles de inmersión y representación para consumidores y empresas.”
Cortney Harding, fundadora y directora ejecutiva de Friends with Holograms, que ha trabajado con Meta, dice que espera que los “avatares alimentados por IA” y los asistentes sean un foco de atención para los constructores de metaversos, con capacidades que incluyen la traducción de debates en tiempo real.
Christophe Mallet, director ejecutivo de Bodyswaps, un proveedor de capacitación en habilidades sociales de realidad virtual que trabaja con 250 organizaciones, se imagina un lugar de trabajo virtual “con colegas reales, pero también asistentes de inteligencia artificial que potencialmente estarían incorporados en esa oficina”. Dice que el crecimiento de su empresa se aceleró en los últimos 18 meses “debido a la IA”, ya que puede aportar personalización automatizada a sus escenarios de capacitación virtual.
Christoph Fleischmann, fundador y director ejecutivo de Arthur Technologies, una startup de espacios de oficinas virtuales con 40 clientes que pertenecen a la lista de Fortune 500, dice que “la IA es lo último en placer para la vista”. Como ejemplo teórico de uso futuro, señala un equipo financiero que podría reunirse en realidad virtual y tener una “IA increíblemente inteligente interactuando directamente con […] fuentes de datos”, y ser capaz de proyectar esos datos visualmente de forma tangible para los participantes.”
Los optimistas insisten en que, entre las aplicaciones valiosas de la tecnología de realidad virtual en entornos de oficina, también se encuentran las lluvias de ideas virtuales, simulaciones o capacitación, además de permitir a los usuarios tener varias pantallas visibles a la vez sin tener que disponer de numerosos monitores físicos, por ejemplo.
Sondre Kvam, director ejecutivo y cofundador de Naer, una plataforma virtual de lluvia de ideas donde los usuarios pueden debatir ideas usando notas adhesivas y pizarras virtuales, dice que su negocio se lanzó el año pasado como socio de los cascos Quest de Meta y ahora tiene clientes que incluyen al grupo de servicios financieros más grande de Noruega, DNB. A largo plazo, la plataforma estudia agregar funciones como permitir a las empresas recopilar datos sobre quién habla más en las reuniones y con quién, ayudando a los empleadores a comprender mejor la dinámica de su personal y de su equipo. Pero, añade Kvam, “hay algunas preocupaciones muy reales sobre la privacidad que se necesita tener en cuenta antes de construir o dar forma a algo así”.
Trabajar en realidad virtual ha cobrado, de manera gradual, mayor relevancia en ciertos sectores como la atención de salud y la ingeniería, donde las aplicaciones de capacitación pueden resultar útiles, particularmente en entornos peligrosos o de alto riesgo, como la cirugía o el manejo de maquinaria pesada.
“El análisis de costo-beneficio solo tiene sentido si lo que estás tratando de entrenar cae en la categoría de DICE: Dangerous (peligroso), Impossible (imposible), Counterproductive (contraproducente) o Expensive (costoso)” dice Mallet de Bodyswaps.
Una gran barrera ha sido la denominada penetración de los cascos – el grado en que las empresas o los usuarios invierten en cascos de realidad virtual o realidad aumentada– que ha sido lenta. “El uso relacionado con el trabajo suele requerir especificaciones más altas, por ejemplo, en torno a la resolución de la pantalla, la duración de la batería, la potencia del procesador, que los casos para uso de esparcimiento, requisitos que aumentan sustancialmente el peso y el costo del dispositivo, algo que desacelera la adopción”, dice el experto en metaverso e inversionista Matthew Ball. Él mismo agrega que, como resultado, los desarrolladores limitan su inversión en la creación de aplicaciones inmersivas. Meta le cobra a las empresas mil 119.99 dólares por su último dispositivo de realidad virtual, el Meta Quest Pro, por ejemplo.
Jacob Loewenstein, vicepresidente senior de estrategia y desarrollo empresarial de Spatial, dice que su compañía inicialmente tenía el objetivo de convertirse en el sucesor de Zoom en realidad virtual, pero hizo un cambio hacia los juegos después de que quedó claro que lograr que los trabajadores cambiaran de su computadora a un dispositivo completamente nuevo solo valdría la pena si hubiera un “valor disparatado”.
“Sigo pensando que los cascos no son lo suficientemente cómodos como para un uso repetido o prolongado”, dice Loewenstein.
Mientras que es innegable que existen ventajas a las innovaciones en cuanto a la incorporación de inteligencia artificial al ámbito laboral, es igualmente evidente que aún queda una variedad de ajustes que realizar a este tipo de nueva tecnología para poder sobrepasar las ventajas del trabajo presencial.
Murphey, H. (2024, 29 junio). Metaverso lleva a empleados a oficinas virtuales. Milenio Negocios. https://www.milenio.com/negocios/financial-times/metaverso-lleva-a-empleados-a-oficinas-virtuales