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PHUBBING: LA RAZÓN CIENTÍFICA DETRÁS DE IGNORAR A LOS DEMÁS POR MIRAR EL TELÉFONO
Casi como un acto reflejo, las personas clavan la mirada en la pantalla de su celular para evitar el contacto social cara a cara. Así es el phubbing.
La ansiedad es real. En los eventos con muchas personas, irónicamente, sucede con más frecuencia: las personas prefieren clavar la mirada en sus smartphones que convivir con los demás. El halo que les recubre al revisar las notificaciones parece protegerles, como si una burbuja inquebrantable de desinterés les rodeara.
Publicada en Behaviour & Information Technology, la investigación denuncia el hecho de que las personas socialmente ansiosas “prefieren las interacciones sociales en línea a la comunicación cara a cara”. La misma conducta se aprecia en los pacientes con depresión, quienes prefieren interactuar con su smartphone que platicar con las personas que conviven con ellos físicamente. Así también, son más propensas a depender de éste.
Además, según Juhyung Sun —comunicólogo de la misma institución—, el phubbing está afectando las relaciones íntimas y amistosas. Al sentirse ignoradas en favor del teléfono celular, los familiares y amigos tienden a sentirse mal o perder interés en las personas. Esto genera un círculo vicioso, porque entre menos relaciones afectivas concreten, más solos se sienten, y su aislamiento social se hace todavía más grave.
Este comportamiento no sólo se da en entornos casuales. Por el contrario, en los entornos laborales se presentan con más intensidad. Las personas tienden a ignorarse entre sí antes de iniciar una junta formal de trabajo:
Para esto, el autor del estudio recomienda sencillamente apagar el sonido del teléfono mientras estemos en una reunión social que nos interese. Para combatir el phubbing, a veces sólo basta con voltear la pantalla hacia abajo, de manera que no seamos inmediatamente reactivos a la información que aparece en pantalla.
Esto se interpreta, en la plenitud de la hiperconectividad, como una señal de respeto e interés genuino hacia lo que alguien más está comunicando en persona. Es una manera, además, de romper con el ruido digital y hacer un ejercicio sincero de silencio, mientras atendemos a lo que otra persona quiere decir.
Fuente: Muy Interesante México.