La evolución de la experiencia del consumidor: ¿qué espera el cliente
Crediclub desembolsa el primer crédito grupal digital
La sofipo Crediclub realizó la primera operación de microcrédito grupal digital (MGD), lo cual considera como “la mayor innovación histórica” en el sector de créditos a microempresas en México.
En apego a la filosofía de las microfinanzas, donde la entrega del crédito es una cuestión de metodologías no de monto, la sociedad financiera popular (sofipo) Crediclub realizó la primera operación de microcrédito grupal digital (MGD), lo cual considera como “la mayor innovación histórica” en el sector de créditos a microempresas en México.
De acuerdo con un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), este procedimiento se realizó gracias a las facultades regulatorias obtenidas por el sector de las sofipos, además de contar con tecnología de punta para realizar el procedimiento.
El gran valor de soluciones como el MGD es que Crediclub puede acceder a un mayor número de microempresarios, de forma más rápida y a un menor costo operativo”, indicó Juan Francisco Fernández, fundador y director general de Crediclub.
En la actualidad, Crediclub es la cuarta sofipo más grande del sector, de 39 entidades en operación, con activos por más de 2,431 millones de pesos y una atención a más de 447,000 personas en 88 sucursales.
Según el escrito enviado a la BMV, la operación de microcrédito grupal incorporó las siguientes características:
Proceso de punta a punta desde el inicio y para conocimiento del cliente, llenado de expediente, firma de contratos y desembolso, lo cual se pudo realizar en menos de 15 minutos, contra un promedio de 30 días en la industria.
Aprobación crediticia individual en 1 segundo, con algoritmos de inteligencia artificial y con el aprovechamiento de más de 2.3 millones de operaciones crediticias registradas por esta entidad en toda su historia.
Uso de tecnología de punta para detección de operaciones fraudulentas, en donde se incluyeron consultas instantáneas con centrales de riesgo crediticio, centrales de información de identidad y geolocalización.
Fuente: El Economista.