El impacto de Crevolution 2024 en el desarrollo del ecosistema crediticio
Si bien las instituciones financieras procesan información que puede ser de utilidad para las autoridades en el combate al lavado de dinero, la capacidad de las entidades está limitada al no tener la retroalimentación y orientación idóneas para enfocar sus esfuerzos en los riesgos latentes para el blanqueo de capitales, de acuerdo con un análisis del Grupo de Wolfsberg.
Según el organismo, que concentra a 13 bancos globales para desarrollar estándares contra el lavado de dinero, para que la información que procesan las entidades financieras pueda ser de más utilidad contra el blanqueo de capitales, es necesario fortalecer las asociaciones público-privadas para enfocarse en los riesgos reales del lavado de dinero.
Para el Grupo de Wolfsberg, las instituciones financieras carecen de un marco claro para el intercambio de información con las autoridades gubernamentales, así como con otros participantes del sistema financiero, lo que limita su capacidad para aportar elementos en la lucha antilavado.
En México, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda es el ente que recibe la información por parte de los sujetos obligados al marco normativo de prevención de lavado, como las entidades financieras, supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y las actividades vulnerables, que son vigiladas por el Servicio de Administración Tributaria.
Según el análisis, es necesario realizar un enfoque basado en riesgos con el fin de delimitar las prioridades en cuanto a la información que se procesa.
Para el organismo, es necesario que la comunicación de las autoridades con las entidades financieras contenga los siguientes elementos para tener un mayor impacto:
Fuente: El Economista.
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