Existen las 11 Sofipos con modelo digital que atienden a 5.2 millones de usuarios.

El crecimiento constante de las cuentas de inversión ha validado de manera significativa el modelo de las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) que transita hacia la digitalización, de acuerdo con lo mencionado por Stefan Möller, director ejecutivo de la financiera popular Klar.

Después de que la tecnológica compró a la Sofipo Sefia, y después de un mes del lanzamiento de las soluciones de inversión, Klar, acumuló más de 1,250 millones de pesos en depósitos, y se estima que para cierre del 2023 alcance alrededor de 3,000 millones de pesos.

“Valida el modelo de negocio, la confianza que hemos logrado generar y el apetito que tienen los usuarios de buscar alternativas a los servicios que existen hoy. Es como un gran paso hacia una validación de lo que estamos haciendo, es algo que resuelve problemas que tienen las personas”, comentó Möller.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de las 38 Sofipos que se encuentran operando, ocho cuentan con modelos de negocio totalmente digital y atienden a 4.9 millones de clientes; mientras que 11 mantienen modelos de negocio híbrido con atención en sucursales a 5.2 millones de clientes; por último 17 realizan actividades en canales tradicionales atendiendo a 352,000 clientes.

“El gran catalizador y ecualizador del sector va a ser la tecnología y el hecho de probar que podemos alcanzar esos volúmenes en tan poco tiempo”, indicó Möller.

Además de las entidades que la CNBV identificó que operan de forma híbrida, las entidades con operación de origen digital han mostrado interés en la compra de Sofipos, el anuncio más reciente de estas características fue el realizado por la plataforma de tarjetas de crédito Stori, que obtuvo aprobación para la compra de MasCaja.

Ante este escenario, el directivo de Klar señaló que ven positivo la llegada de más entidades que sumen al sector, en términos de digitalización y de inclusión y reconoció que se tiene que seguir trabajando en la confianza de los usuarios.

Fuente: El Economista