Cinco maneras de adaptar el servicio al cliente al contexto actual
Neobancos, fintech y cripto: ¿podrá la banca tradicional sobrevivir?
Mucha gente piensa que los banqueros son hombres blancos, de traje y corbata, que trabajan en bancos de la ciudad. Piensan que son ricos y poderosos, y que solo quieren dinero. Piensan que la banca es corrupta y que abusa de los consumidores. Piensan que la crisis de 2008 lo demostró. De hecho, Bitcoin surgió como una alternativa a la crisis financiera de 2008, que se atribuyó en gran medida a la mala gestión de los bancos. Al eliminar la intermediación bancaria, Bitcoin ofrecía una solución más transparente y descentralizada.
Pero los bancos son importantes para todos, nos guste o no. Los bancos son puntos de encuentro para que la persona que tiene dinero (prestamista) pueden encontrarse con la persona en busca de financiamiento (prestatario). Es decir, la persona que quiere acceso a productos y servicios financieros necesarios para el progreso del individuo y la sociedad.
Riqueza, ¿la acumulación de activos o la creación de valor?
La banca da estabilidad y oportunidades a la economía. Los bancos tienen productos y servicios que pueden ayudarnos a lograr nuestras metas. Los banqueros, también, son profesionales que saben mucho de finanzas. Y, claro, la banca tradicional quiere seguir viva y crecer en un mundo muy competitivo.
¿Por qué los banqueros son tan odiados?
Un poco de historia. Los bancos han sido odiados desde hace mucho tiempo. En el medievo, los orientales eran mejores en matemáticas que los occidentales. Tal vez porque se dedicaban más al comercio y la vida urbana, mientras que, en aquel entonces, los occidentales eran más rurales.
En la Italia renacentista, los judíos eran “orientales” en Occidente. Vivían del comercio y la ciudad en un mundo dominado por el campo. En esa época, los judíos no eran tan “extraños” como los musulmanes, pero tampoco tan “comunes” como los cristianos. Eran tolerados, pero no aceptados del todo. Tenían algunos derechos, pero no los mismos que los cristianos. Esto también significaba que no tenían las mismas prohibiciones.
La Biblia prohíbe la usura. Por eso, los préstamos debían ser sin interés. Los judíos, en cambio, interpretaban la Biblia de otra forma. No podían cobrar interés a sus hermanos, pero sí a los extraños. Así nació el mito del banquero.
Un ejemplo es el personaje de Shylock en “El mercader de Venecia” de Shakespeare. En la cultura popular, el prestamista es codicioso y malvado. Pero existe, porque es necesario. Los Médicis, los Rothschilds, J.P. Morgan, David Rockefeller, etc. Son los villanos de la literatura, el cine, el teatro y la realidad. ¿Recuerdan a Mary Poppins?
El Renacimiento fue una transición. Se inició la modernidad. Lo viejo contra lo nuevo. La tradición contra la innovación. El campo contra la ciudad. La tierra y el linaje eran para el campo, lo que el dinero y la educación eran para la ciudad. Eran mundos distintos. El productor necesita capital para producir. Necesita financiamiento. En este contexto, la ciudad es el acreedor y el campo es el deudor. Pero la relación parece injusta, porque el campo produce y la ciudad consume. Entonces, el banquero se percibe como un parásito de la economía real. La gente piensa que los granjeros y los industriales trabajan duro para crear bienes y servicios útiles. Los banqueros, en cambio, solo escriben y calculan desde sus oficinas lujosas. Esto ha sido así desde que existe la banca.
¿Es Bitcoin un medio para la justicia y la equidad social?
Financiar no es fácil. Si eres muy generoso con el deudor, pierdes dinero. Si eres muy suave, el deudor puede aprovecharse y no pagarte. Por eso, cuando pedimos un préstamo, el prestamista es un mal necesario. Pero cuando pagamos nuestras deudas, el prestamista es un monstruo. El odio es inevitable en este contexto. Se necesitan, pero se detestan. La relación entre prestamistas y deudores siempre ha sido tóxica.
¿Qué son los neobancos, las fintech y las criptomonedas y por qué son una amenaza?
Por supuesto que la banca tradicional tiene que cambiar con la tecnología y los clientes. La banca tradicional tiene problemas con los nuevos competidores, como los neobancos, las fintech y las criptomonedas. Estos competidores tienen productos y servicios más nuevos y mejores, y más baratos.
Los neobancos son bancos digitales que operan sin sucursales físicas y ofrecen servicios financieros a través de aplicaciones móviles o web. Los neobancos tienen ventajas como la rapidez, la comodidad, la transparencia y la personalización.
Las fintech son empresas que usan la tecnología para ofrecer servicios financieros innovadores y disruptivos. Las fintech tienen ventajas como la diversidad, la inclusión, la eficiencia y la seguridad.
Las criptomonedas son monedas digitales que usan la criptografía para garantizar su validez y seguridad. Las criptomonedas tienen ventajas como la descentralización, la libertad, la privacidad y la resistencia a la censura.
Estos competidores están captando cada vez más clientes, especialmente los jóvenes, que buscan alternativas más modernas y convenientes a la banca tradicional.
¿Qué puede hacer la banca tradicional para sobrevivir y prosperar?
La banca es una institución fuerte y antigua, pero también está peleando por ser relevante. Muchos piensan que los neobancos, las fintech y las criptomonedas acaban con los bancos. Ciertamente, son una competencia. Pero aquí hay un falso dilema.
Porque los bancos se están adaptando. Y está usando las mismas técnicas y tecnologías que los neobancos, fintech y criptomonedas. Por ejemplo, los bancos están invirtiendo en plataformas digitales, en inteligencia artificial, en blockchain y en monedas digitales.
Por otro lado, los neobancos, fintech y criptomonedas se están aliando a la banca tradicional para prosperar. Por ejemplo, los neobancos y las fintech necesitan licencias bancarias para operar en algunos mercados, y las criptomonedas necesitan infraestructura bancaria para facilitar su adopción.
Lo que implica que la línea entre ellos se está haciendo más difusa. Hay mucha integración. Y cada vez se hace más difícil separarlos.
Latinoamérica y las criptomonedas: ¿Cómo afectan al desarrollo y la estabilidad?
¿Qué podemos esperar del futuro de la banca?
Creo que el futuro de la banca será más diverso, más inclusivo, más innovador y más competitivo. Creo que la banca tradicional seguirá existiendo, pero tendrá que compartir el espacio con los neobancos, las fintech y las criptomonedas. Creo que los clientes tendrán más opciones, más beneficios y más responsabilidades.
Creo que la banca es un sector que está en constante evolución y que nos sorprenderá con nuevos productos y servicios que ni siquiera podemos imaginar. Creo que la banca es un sector que nos afecta a todos y que debemos estar informados y educados sobre él.
¿Hay alguna solución?
Quizá un punto medio. Un sistema que combine lo mejor de la banca tradicional y la innovación tecnológica.
Fuente: Cointelegraph