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Bancos centrales alistan recorte a las tasas en 2024
La caída de las tasas de inflación general y la ralentización de las economías del G7 presionan a los responsables de la política monetaria.
Se espera que los principales bancos centrales empiecen a recortar las tasas de interés durante el próximo año, ya que la caída de la inflación alimenta las predicciones de inversores y economistas de que los precios están bajo control.
Después de entrar a 2023 en medio de agresivos incrementos de las tasas de interés, la Reserva Federal de EU, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra pusieron en pausa sus programas de endurecimiento en el segundo semestre del año.
Ahora que las tasas de inflación general retroceden en gran parte del grupo de países industrializados del G7 y las economías se desaceleran, la presión para que los responsables de la formulación de políticas recorten los costos de endeudamiento va a cobrar fuerza.
“Esperamos que la inflación caiga más de lo esperado por los bancos centrales”, dijo Neil Shearing, economista jefe del grupo Capital Economics, con sede en el Reino Unido. Señaló que el crecimiento empieza a debilitarse justo cuando se están disipando las distorsiones provocadas por la pandemia del Covid-19 y la crisis energética mundial.
“La política es ahora bastante restrictiva, lo que significa que los bancos centrales pueden flexibilizar sin que eso se vuelva necesariamente un apoyo (al crecimiento). Es como pisar el freno con menos fuerza en lugar de pisar el acelerador”, dijo.
Los inversores apuestan a que la Fed recortará por primera vez en marzo, y a lo largo del año se producirán cinco recortes de un cuarto de punto, de acuerdo con los precios del mercado. También se espera que el BCE y el Banco de Inglaterra bajen las tasas seis veces en 2024, la primera en marzo o abril y la segunda en mayo.
Los mercados financieros terminaron 2023 marcadamente más altos ya que los inversores sintieron cada vez más confianza de que la Fed está lista para comenzar a flexibilizar la política tras su decisión del 14 de diciembre de mantener las tasas. El repunte puso al índice MSCI World, un indicador de las acciones globales, en camino de lograr su mejor desempeño anual desde 2019.
El momento clave llegó en la reunión de diciembre de la Fed, cuando publicó proyecciones en las que se muestra que los funcionarios esperan que su tasa de referencia de los fondos federales -actualmente en un máximo de 22 años de entre 5.25 y 5.5 por ciento- se redujera en 75 puntos básicos en los próximos 12 meses.
En su intervención en la reunión, el presidente de la Fed, Jay Powell, no logró refutar las expectativas del mercado de fuertes recortes de tasas en 2024, al decir que el banco central está “consciente del riesgo de que aguantemos demasiado tiempo” manteniendo una política demasiado restrictiva. “Sabemos que es un riesgo y enfocamos mucho la atención en no cometer ese error”, dijo.
Otros encargados de fijar las tasas en EU, incluido el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, más tarde trataron de frenar algunas de las especulaciones sobre los primeros recortes de las tasas de la Fed, pero los inversores al parecer confían en que el banco central hizo lo suficiente como para comenzar a reducir las tasas.
El enfriamiento del crecimiento de los precios en noviembre hizo que la tasa anualizada de seis meses de inflación básica del gasto de consumo personal, que excluye la energía y los alimentos, bajara al 1.9 por ciento, justo por debajo del objetivo oficial de inflación del banco central del 2 por ciento.
“Para lograr un ‘aterrizaje suave’ y aumentar la probabilidad de mantener el pleno empleo mientras la inflación baja, la Reserva Federal necesita adoptar un enfoque más prospectivo en materia de política monetaria”, dijo Tomasz Wieladek, economista del gestor de inversiones T Rowe Price.
Argumentó que la política monetaria va a permanecer en “territorio restrictivo” incluso después de las primeras reducciones de la Fed, y agregó: “La dinámica de la inflación sin duda permite, y de hecho justifica, un recorte de tasas ya tan pronto como en marzo de 2024”.
Sin embargo, al permitir que las condiciones financieras se relajen, los bancos centrales corren el riesgo de avivar el crecimiento y los precios de los activos y dar un segundo impulso a la inflación. El BCE y el Banco de Inglaterra adoptaron un tono más de línea dura que Powell, y ambos indicaron en diciembre que es demasiado pronto para relajar la lucha contra la inflación.
La inflación de la eurozona se desaceleró al 2.4 por ciento en noviembre, muy por debajo de su máximo de más del 10 por ciento un año antes y cerca del objetivo del 2 por ciento del BCE. Pero los economistas se mantienen cautelosos ante el riesgo de un renovado crecimiento de los precios. En un estudio del Financial Times se muestra que la mayoría de los economistas encuestados esperan que el BCE empiece a recortar las tasas en el segundo trimestre de 2024, pero solamente dos predijeron un movimiento tan pronto como en los primeros tres meses del año.
“Creo que el BCE probablemente hará recortes en junio de 2024 como muy pronto”, dijo Wieladek. “Datos como el crecimiento de los salarios negociados, la remuneración por empleado y los costos laborales unitarios siguen implicando una inflación persistentemente alta en el mediano plazo”.
El Banco de Inglaterra también se enfrenta a llamados a reconocer los avances en la batalla contra la inflación después de una fuerte caída en la tasa de crecimiento de los precios al consumidor al 3,9 por ciento en noviembre, desde un máximo de más del 11 por ciento en octubre de 2022. La contracción de la economía ha aumentado la presión.
Jonathan Haskel, uno de los funcionarios de línea dura del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra, posteriormente dijo en la red social X que había “noticias” en los datos que mostraban una relajación en una medida clave de la inflación de los servicios. Pero también insistió en que la política no debe basarse en un único dato.
Andrew Goodwin, economista jefe para el Reino Unido de la consultora Oxford Economics, dijo que la lectura de inflación de noviembre debería ser un “cambio de juego” para la política monetaria del Reino Unido, y agregó que si bien el Banco de Inglaterra estaría nervioso por las próximas negociaciones salariales, espera que el banco comience a bajar las tasas en mayo.
Jeremy Hunt, el canciller de la Hacienda del Reino Unido, dijo al Financial Times a finales de diciembre: “Existe una posibilidad razonable de que si mantenemos el rumbo en el que estamos y podemos reducir la inflación, el Banco de Inglaterra podría decidir que puede comenzar a reducir las tasas de interés”.
Shearing argumentó que la desinflación estaba más avanzada en EU que en Europa, lo que potencialmente permitiría a la Fed recortar las tasas antes que algunos de sus contrapartes. Pero con la caída de la inflación subyacente, añadió, “es probable que 2024 sea el año en que cambien las tasas de interés en todo el mundo desarrollado”.
Fuente: Milenio