HERRAMIENTA DE 10 PASOS PARA UN RETORNO AL TRABAJO SEGURO Y SALUDABLE EN TIEMPOS DE COVID-19
La Organización Internacional del Trabajo pone a disposición de los países de América Latina y el Caribe esta herramienta de 10 pasos, que contiene orientaciones a seguir para formular y aplicar protocolos de seguridad y salud, a nivel sectorial y/o de empresa, con base en el diálogo social bipartito entre empleadores y trabajadores, que permitan un retorno al trabajo seguro y saludable y que actúen como una barrera frente a posibles nuevos brotes de contagio.
Establecer un equipo bipartito para organizar el retorno al trabajo.
Constituir un equipo bipartito con el mismo número de integrantes por la representación empresarial que por la representación de los trabajadores para organizar el retorno al centro de trabajo.
Decidir quién regresa al trabajo y cómo.
Evitar que las personas trabajadoras que pertenecen a grupos de mayor riesgo (ejemplo, mayores de 60 años, personas con condiciones de salud pre-existentes y trabajadoras embarazadas o en período de lactancia, entre otros) participen en las primeras fases de reapertura.
Adoptar medidas de ingeniería y organizacionales.
Promover, en la medida de lo posible, el trabajo a distancia y el teletrabajo.
Adoptar medidas de limpieza y desinfección de locales en forma regular.
Proceder a una limpieza y desinfección minuciosa de las instalaciones antes del retorno a los lugares de trabajo.
Promover medidas de higiene personal.
Facilitar a las personas trabajadoras las condiciones y medios necesarios para el lavado frecuente de manos con agua y jabón durante al menos 40 segundos o con un gel desinfectante con un mínimo del 60% de alcohol al menos durante 20 segundos.
Proveer equipos de protección personal y velar por su uso efectivo.
Identificar el equipo de protección personal (EPP) apropiado relacionado con las tareas y los riesgos para la salud y la seguridad que enfrentan los trabajadores, de acuerdo con los resultados de la evaluación de riesgos y el nivel de riesgo.
Vigilar la salud de las personas trabajadoras.
Monitorear el estado de salud de las personas trabajadoras y desarrollar protocolos de actuación para los casos de sospecha de un posible contagio y de confirmación de contagio, de acuerdo con las instrucciones de las autoridades nacionales
Considerar los factores de riesgo psicosocial y otros riesgos.
Comunicarse de manera efectiva y regular sobre la naturaleza cambiante del trabajo debido a COVID-19 y sobre su impacto en las personas trabajadoras y en el lugar de trabajo.
Revisar y actualizar los planes de emergencia y evacuación.
En el marco del plan de continuidad empresarial, revisar y actualizar el plan de emergencia y evacuación existente del lugar de trabajo, considerando, entre otros aspectos, la nueva distribución de los puestos de trabajo, el aforo reducido, las vías de acceso, circulación y evacuación, los puntos de reunión y zonas de seguridad, a efectos de evitar aglomeraciones en caso de contingencia.
Monitorear y actualizar las medidas de prevención y control.
Monitorear periódicamente, en consulta con el comité mixto o el equipo bipartito, las medidas de prevención y control acordadas e implementadas para determinar si han sido adecuadas para evitar o minimizar el riesgo e identificar e implementar acciones correctivas para la mejora continua.
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FUENTE: www.ilo.com