La evolución de la experiencia del consumidor: ¿qué espera el cliente
Dismorfia de Zoom, el transtorno mental por hacer videollamadas en exceso
En las reuniones virtuales, las personas se miran más a sí mismas que a los otros participantes conectados. Así es la dismorfia de Zoom.
Con el inicio de la crisis sanitaria, la manera de sobrellevar la educación y las responsabilidades laborales tuvo que migrar, a marcha forzada, a plataformas de reunión virtual. A diferencia de lo que sucedía antes, en las videollamadas con amigos o compañeros de trabajo, las personas se ven más a sí mismas que a los demás participantes conectados. A esto, según la mercadóloga de la Universidad de Boston, Marcela Quintanilla-Dieck, se le conoce como ‘dismorfia de Zoom’.
La dismorfia de Zoom ha acarreado consigo inseguridades que antes las personas no tenían: la papada, los barros en la piel, las mejillas pronunciadas, la separación de los ojos. Con esta nueva intimidad frente a la cámara, todo parece exagerado, y las personas se preguntan a sí mismas si se han visto así de mal siempre. Algunas de ellas no son conscientes de que las cámaras de las computadoras también distorsionan las imágenes —pero la ansiedad permanece.
Esta hiperconsciencia de las ‘imperfecciones’ humanas ya ha repercutido a nivel médico en algunos pacientes, según explican investigadores de la Universidad de Massachussetts.
El estudio, publicado en Facial Plastic Surgery and Aesthetic Medicine denuncia cómo las personas se están interviniendo quirúrgicamente porque no les gusta su apariencia en las reuniones virtuales. Así de duras se han vuelto las autocríticas.
Fuente: Muy Interesante.