Inversionistas Institucionales apostarán por entidades de Crowdfunding gracias a regulación
La autorización de plataformas de fondeo colectivo, o crowdfunding, para operar bajo los términos de la ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, o Ley Fintech, hará que más inversionistas institucionales apuesten por estas organizaciones y así puedan fondear proyectos especializados, como la instalación de paneles solares, explicó Mauricio de Mucha, fundador de Red Girasol.
En entrevista, el fundador de esta plataforma comentó que en México podría pasar lo que sucedió en Estados Unidos, pues cuando se reguló el tema del crowdfunding en aquel país, inversionistas institucionales comenzaron a utilizar más este tipo de instituciones para invertir sus recursos.
Red Girasol es una de las 17 plataformas afiliadas a la Asociación de Fondeo Colectivo (Afico) que ingresaron su solicitud para ser autorizadas bajo los términos de la Ley Fintech. De acuerdo con De Mucha, esta institución podría recibir dicho aval en el corto plazo.
El modelo de esta plataforma consiste en captar inversionistas que puedan fondear proyectos para la instalación de paneles de energía solar. “Nos aliamos con empresas instaladoras de todo el país, que nosotros verificamos, para fungir como su especie de brazo financiero, a través del crédito ellos pueden cerrar más ventas y el crédito lo otorgamos a través de este crowdfunding y la intención es que el sistema genere ahorros y ayude a pagar el crédito”.
De Mucha comentó que, si bien el mercado de fondeo colectivo tuvo dificultades derivadas del comienzo de la emergencia sanitaria, posteriormente aceleró el crecimiento de las plataformas y los modelos de negocio se adaptaron a la necesidad del mercado.
De acuerdo con De Mucha, la pandemia aceleró el aprendizaje en materia de cobranza para esta entidad, pues si bien al inicio de la emergencia sanitaria su cartera vencida se disparó de 2 a 7%, con una mejora en su análisis de riesgo este indicador volvió a su nivel mínimo.
“Lo que íbamos a aprender en 10 años de experiencia de cobranza, se resumió a un año”, puntualizó.
Fuente: El Economista