Apostamos a construir la entidad financiera más grande de México: fundador de Albo
La entidad consiguió el aval de las autoridades para operar al amparo de la Ley Fintech en México.
Ya son 33 entidades avaladas para operar en los términos de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, o Ley Fintech; sin embargo, de ese universo, una destaca por el importe de su capital social registrado de manera inicial y esa entidad es Albo, fundada por Ángel Sahagún, quien también se desempeña como su director.
El pasado 12 de mayo, se hizo oficial la autorización de Albo, vía el Diario Oficial de la Federación, para operar como Institución de Fondos de Pago Electrónico (IFPE), lo cual estaba previsto por la entidad desde hace algunos meses; sin embargo, llamó la atención de propios y extraños el monto de su capital social registrado, el cual asciende a 1,109 millones de pesos, el mayor, hasta el momento, dentro del universo de plataformas autorizadas.
La firma ya cuenta con más de 2 millones de usuarios registrados; a finales del 2020, esta cifra alcanzaba los 500,000.
Para Sahagún, el crecimiento que ha tenido Albo se debe a una cosa básica: “resolvemos una necesidad”, pues su operación se centra en un producto de débito que permite que las personas tengan, desde su celular, control de su dinero, sin pagar comisiones.
Esto, para Sahagún, es parte de la libertad financiera que busca la firma para todas las personas en el país. “El mercado es muy grande, México es un país con 130 millones de habitantes, donde mucha gente está sub-bancarizada y hay mucho campo allá afuera”.
En su historia, Albo ha sido bien vista por los fondos de capital, especialmente del extranjero, al grado de haber levantado, hasta el momento, poco más de 70 millones de dólares de inversionistas como Valar Ventures, Mountain Nazca y Greyhound Capital.
Dentro de los análisis de distintas consultoras, la firma se posiciona como uno de los próximos unicornios mexicanos, de una lista de 30 empresas, es decir aquellas que podrían superar el valor de más de 1,000 millones de dólares.
Sahagún reconoció que el tamaño que ha conseguido la firma la hace una de las fintech autorizadas más grandes que existen. “Nosotros somos de las fintech más grandes, ese es un desafío que te hace implementar ciertos controles, ciertos procesos, cuidar ciertos aspectos de la operación, es parte de madurar el negocio”.
El directivo de Albo no quiso adelantar los productos que ofrecerá a partir de la autorización, pero indicó que este 2022 podría ser el mejor año de la empresa, por los números logrados en los primeros meses.
Fuente. El Economista.