Usuarios impulsan adopción global de finanzas verdes digitales
ABM con disposición a trabajar con legisladores para analizar reforma sobre cuentas bancarias inactivas
La Asociación de Bancos de México (ABM) manifestó su disposición e interés de trabajar con el Poder Legislativo en lo referente a la reforma planteada al artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito, que propone es que los bancos no se queden con el dinero de las cuentas inactivas, y lograr una que beneficie a los usuarios mexicanos.
La Asociación de Bancos de México (ABM) recomendó a los clientes que tengan cuentas con poca actividad, que las cancelen y concentren sus recursos en una cuenta de uso frecuente.
Lo anterior, con motivo de la reforma al artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC) aprobada en la Cámara de Diputados hace unos días, con lo que los recursos de las cuentas inactivas que no sean reclamados por seis años, pasarán ya no sólo a beneficencia pública, sino ahora también a labores de seguridad.
Ahora, la minuta se encuentra en el Senado de la República, donde se dijo que de ser necesario, se consultaría al gremio bancario.
En un comunicado, la ABM también recomendó a los usuarios acercarse a su banco para actualizar datos de contacto, expedientes, y beneficiarios.
Precisó que en los casos en que los recursos hayan sido enviados a la cuenta global, es necesario acudir a la sucursal para solicitar su recuperación.
Ante esta situación, la ABM manifestó su disposición e interés de trabajar con el Poder Legislativo en lo referente a esta reforma, y lograr una que beneficie a los usuarios mexicanos.
Dentro de los puntos a considerar, manifestó su confianza en que se prestará particular atención a las repercusiones de que los recursos de los ahorradores sean embargables.
Resaltó que está lista para aportar información y presentar argumentos a los legisladores, tanto de orden técnico como jurídico, con el propósito de que cuenten con la información suficiente que le permita al Senado enriquecer la propuesta de reforma enviada por la colegisladora.
Fuente: El Economista.