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Perspectivas, pronósticos y retos de la morosidad de las carteras de crédito en México en 2025
En esta primera entrega de nuestro boletín mensual de Crevolution Magazine tocaremos el tema del panorama que se vislumbra para lo morosidad de las carteras de crédito en 2025.
En el contexto de México, las perspectivas para 2025 están marcadas por factores macroeconómicos, las políticas regulatorias, y las tendencias globales que afectan la capacidad de pago de los acreditados.
Perspectivas de morosidad para 2025
Según proyecciones del Banco de México y diversos analistas del sector, se espera que la morosidad se mantenga en niveles controlados gracias a la mejora gradual en el crecimiento económico, estimado en un 2.8 % para 2025 (Banco de México, 2024). Sin embargo, los sectores más vulnerables, como el crédito al consumo y las microempresas, podrían experimentar mayores tasas de incumplimiento, especialmente en un escenario de alta inflación o incrementos en las tasas de interés.
En el segmento hipotecario, las tasas de morosidad podrían mantenerse estables, con un promedio del 3.2 %, apoyadas por una cartera con mayor madurez y menor riesgo sistémico.
En contraste, el crédito comercial presenta riesgos derivados de la desaceleración en sectores específicos como la construcción y el comercio minorista.
Pronósticos por tipo de entidad financiera
Bancos comerciales: Se proyecta que mantendrán una morosidad promedio del 2.4 %, gracias a sus estrategias de mitigación de riesgos y provisiones robustas.
Sofomes y Sofipos: Estas entidades podrían enfrentar un aumento significativo en la morosidad, alcanzando niveles del 6 % debido a su exposición a clientes con menor solvencia.
Banca de desarrollo: Su morosidad se espera que permanezca baja, alrededor del 1.8 %, dado su enfoque en proyectos de infraestructura y empresas públicas con garantías sólidas.
Retos principales en la gestión de la morosidad
Incremento de las tasas de interés: La política monetaria restrictiva, si persiste, podría encarecer los costos de financiamiento y aumentar los niveles de morosidad, especialmente en créditos al consumo.
Digitalización insuficiente: Muchas entidades financieras aún no han adoptado tecnologías avanzadas para monitorear y prevenir el riesgo de incumplimiento.
Impacto de las políticas fiscales: Cambios en la fiscalidad podrían afectar la liquidez de las empresas, incrementando su probabilidad de impago.
Soluciones y estrategias propuestas
Fortalecimiento de las provisiones: Incrementar las reservas para créditos incobrables podría mitigar el impacto de una morosidad creciente.
Ampliación de programas de educación financiera: Promover el uso responsable del crédito entre los usuarios finales.
Uso de tecnologías avanzadas: Implementar inteligencia artificial y big data para identificar riesgos potenciales de manera temprana.
Querido lector, la morosidad en 2025 dependerá de una combinación de factores económicos y políticos, así como de la capacidad de las instituciones financieras para adaptarse a los retos emergentes. Aunque el panorama presenta riesgos, también existen oportunidades para fortalecer el sistema financiero a través de estrategias innovadoras y colaborativas.
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Referencias
Banco de México. (2024). Informe trimestral sobre la inflación. Recuperado de www.banxico.org.mx
Comisión Nacional Bancaria y de Valores. (2024). Indicadores financieros del sistema bancario. Recuperado de www.cnbv.gob.mx
CEPAL. (2024). Proyecciones económicas para América Latina y el Caribe. Naciones Unidas.