Usuarios impulsan adopción global de finanzas verdes digitales
Los pendientes… para la inclusión.
México es de los 55 países comprometidos con la inclusión financiera y de los 30 que tienen una estrategia nacional para lograrla.
Estamos en el listado correcto y hay avances. Nos falta aprovechar el ecosistema del sector financiero actual, sobre todo el tecnológico, para cumplir el objetivo.
La Política Nacional de Inclusión Financiera busca elevar el número de mexicanos con cuenta bancaria de 47 por ciento a 65 para 2024 y hasta plantea una nueva materia de educación financiera en las escuelas con la SEP que emociona.
Los otros esfuerzos van de CoDi, la ley fintech, la moneda digital augurada por Banxico, hasta cientos de ejemplos educativos —solo ayer Condusef, AMIS e Inmujeres hicieron el segundo Foro Salud Financiera para las Mujeres—. Que la mitad de los mexicanos no esté bancarizado no es falta de ganas, pero si queremos trampolines, hay que hacer contra el efectivo y la informalidad una lucha formal y común, y voltear a ver las herramientas más innovadoras, como el blockchain.
“Lo que hace cripto es aumentar la inclusión financiera”, nos dijo Frida Vargas, gerente general de Binance en México en MILENIO Negocios el martes. “La visión es aumentar la libertad del dinero a nivel mundial a través de productos enfocados en el usuario, que sean seguros y cumplan con el marco regulatorio”, añadió.
Con todo y el escándalo por el abuso en el uso de los fondos de FTX, el cripto en México tiene un valor cercano a 300 millones de dólares y se espera un crecimiento anual compuesto de alrededor de 15 por ciento hasta 2027.
La tecnología blockchain “puede tener un rol esencial”, dice Deloitte en Can blockchain accelerate financial inclusion globally?, pues tiene el potencial de facilitar las remesas, proporcionar cuentas bancarias globales y descentralizadas, generar más variedad de servicios financieros, y hasta confianza en los usuarios.
Los retos: la regulación, evitar debacles como los de FTX, abordar y resolver las dudas que quedan sobre la relación que existe (o no) con el lavado de dinero. En otras palabras: que la tecnología proteja y ayude a que todos los usuarios la usen para manejar su dinero.
Blockchain no es la solución única a la inclusión y menos en México, donde una batalla en contra del efectivo y la informalidad debe ir de la mano. Nos tenemos que animar como sociedad y sector financiero público y privado a cortar atajos y cerrar todas las ventanas que hacen al efectivo tan codiciado.
Fuente: Milenio