Pagos electrónicos: el nuevo pilar de las finanzas digitales
Dan a conocer barreras que enfrentan las personas con discapacidad en el sector financiero
Espacios no aptos para personas en sillas de ruedas, nulos apoyos de lenguaje para quienes padecen problemas de audio y visuales, y altura no adecuada en los cajeros automáticos, son sólo algunos de los obstáculos que enfrentan las personas con discapacidad al usar los servicios financieros.
Al acudir a un cajero automático bancario, una persona en silla de ruedas enfrenta, entre otros problemas, el que queda más alejada de éste, y por lo tanto, requiere de mayor esfuerzo para estirarse y sostener la tarjeta y billetes.
Para una persona con atrofia en las manos, es difícil tener suficiente fuerza para extraer las tarjetas de los cajeros y el dinero de las ranuras. Una persona con problemas visuales, enfrenta diferentes dificultades para realizar operaciones tanto en cajeros automáticos, por ejemplo, como también en páginas de Internet de los bancos e incluso en las aplicaciones móviles.
Estos son sólo algunos de los testimonios que se dieron a conocer en la presentación del estudio “Inclusión financiera de las personas con discapacidad, retos y recomendaciones“, realizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en coordinación con la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional y la Consultoría en TIC y Discapacidad.
El documento, de acuerdo con la CNBV, analiza, a partir de un esfuerzo colaborativo, participativo y consultivo, la forma en cómo las personas con discapacidad interactúan con los servicios financieros, y las barreras a las que se enfrentan al hacerlo.
En este sentido, las barreras en el sistema financiero que se identifican en el estudio fueron la carencia de: documentación y herramientas de apoyo en lengua de señas mexicana y en escritura Braille, macrotipos o audios, lectura de labios, pictogramas o formatos en lectura fácil.
De igual forma, falta de intérpretes de lengua de señas para personas con discapacidad auditiva; señalamientos podotáctiles; apoyos sonoros o parlantes en las interfaces de los cajeros automáticos, las aplicaciones y en la asignación de turnos dentro de las sucursales.
También, altura de cajeros automáticos y ventanillas amigables para personas de talla baja; homogeneidad y prevalencia de restricciones en el uso de biométricos; capacitación y sensibilización del personal, y perspectiva inclusiva en los procesos de atención.
Asimismo, ausencia de contratos y procedimientos en diferentes formatos que los hagan accesibles a diferentes formas de discapacidad, y claridad sobre la contratación de productos o servicios adicionales.
En este sentido, el estudio emite una serie de recomendaciones a las instituciones desde cuatro rubros: para mejorar la accesibilidad en el uso de canales financieros; la percepción del trato recibido; la contratación y uso de producto; y para incrementar la apropiación del sistema financiero.
“Hoy damos un primer paso, significativo sin duda alguna, a las instituciones del sector financiero, les pedimos de la manera más atenta se garanticen sus derechos a la accesibilidad, a la igualdad y a la no discriminación, así con ello refrendamos nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás ni afuera”, dijo Jesús de la Fuente, presidente de la CNBV.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México existen alrededor de 7 millones de personas con alguna discapacidad o condición mental, lo que representa más del 5% de la población en el país.
FUENTE: EL ECONOMISTA